Odio cómo me hablas
y tu forma de conducir
odio tu corte de cabello
y lo que llegué a sentir
odio tus espantosas botas
y que me conozcas bien
te odio hasta vomitar,
qué bien va a rimar...
odio que sepas pensar
y que me hagas reír
odio que me hagas sufrir
y odio que me hagas llorar
odio tanto estar sola,
que no hayas llamado aún
pero más odio que no te pueda odiar
y aunque estés tan loco,
ni siquiera un poco lo he de intentar...
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