martes, 1 de noviembre de 2011

Y me di cuenta de que la vida no era eso, la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no quiera abrazarte pues no te abrazas y punto, y no pasa nada, el se lo pierde.

Me dado cuenta de que lo que necesitas no siempre es lo que quieres, lo que quieres no es siempre lo que encuentras, lo que encuentras no es siempre lo que buscas, lo que buscas no siempre es lo acertado, y lo acertado no siempre te hace feliz. Cada vez estoy más convencida que hay que potenciar la ignorancia para ser inteligentemente feliz. Tal vez no hay que entender la vida sino vivirla. No quiero falsedad, no quiero mentiras. Sólo busco sinceridad y cariño. Odio a los "fantasmas" que se cruzan en mi vida. Creo que no pido tanto, aunque tampoco deberia esperar nada de nadie. Quiero estar un tiempo sola, sin nadie que ocupe mi cabeza, empezar a pensar un poco en mí. Aprender a ser egoísta




Amar es como una droga. Al principio hay una sensación de euforia, de entrega total. Después, al día siguiente quieres más. Todavía no te has enviciado, pero te ha gustado la sensación, y te parece que puedes mantenerla bajo control. Piensas en la persona amada durante dos minutos y la olvidas durante tres horas.
Pero al poco tiempo te acostumbras a esa persona, y pasas a depender totalmente de ella. Entonces piensas en ella durante tres horas y la olvidas durante dos minutos. Si no está cerca, experimentas las mismas sensaciones que los viciosos cuando no consiguen droga. En ese momento, así como los viciosos roban y se humillan para conseguir lo que necesitan, tú estás dispuesto a hacer cualquier cosa por el amor.